Esta es la razón por la que tu saco de dormir no se mantiene en la naturaleza.

Skribent: Anna Johansson 21/5 - 2024

Seamos honestos, un saco de dormir es una inversión considerable. Te brinda noches agradables al aire libre, así que ¿por qué no devolverle un poco de amor?

Lavar y secar tu saco de dormir

Comencemos con la parte que todos aman: lavar y secar. Sí, escuchaste bien, incluso tu saco de dormir necesita un baño de vez en cuando. Pero antes de que lo eches a la lavadora como una camiseta, repasemos algunos puntos importantes.

Primero, siempre lee la etiqueta de cuidado. Es como leer una carta de amor de tu saco de dormir que te dice cómo quiere ser tratado. Si está relleno de plumas o de relleno sintético como G-Loft Supreme, las instrucciones variarán un poco.

Aquí hay una guía rápida:

• Dunsovsäck: Lávalo a 40°C en un programa suave. Usa un detergente suave - sin blanqueador ni suavizante. Después de lavar, sécalo en secadora a baja temperatura. Toma tiempo, alrededor de dos a tres horas, pero ayuda a restaurar esa suave esponjosidad.
• Saco de dormir sintético: Los mismos consejos de lavado que para plumas, pero no olvides que se seca más rápido.

Un consejo del entrenador: No laves el saco de dormir con demasiada frecuencia. Al igual que no necesitas bañar a tu gato todos los días (o nunca, según el gato mismo), el saco de dormir se beneficia de ser ventilado adecuadamente entre aventuras. Si encuentras una mancha de suciedad, lava a mano específicamente esa parte con un poco de detergente suave, una esponja y agua tibia. Sencillo, ¿verdad?

Guardar tu saco de dormir: No, no le gusta ser metido en una pequeña bolsa...

Cuando llegues a casa de tu aventura, es hora de darle un poco de aire a tu saco de dormir. Sácalo de la bolsa de empaque y déjalo respirar durante aproximadamente 24 horas. Piensa en ello como que también necesita recuperarse después de haber compartido la aventura nocturna contigo.

Nunca almacenes el saco de dormir en su bolsa de compresión. Es como pedirle que respire a través de una pajita (daña la capacidad aislante del relleno). En su lugar, cuélgalo en un armario o en un lugar bien ventilado. Antes de su próximo uso, dale una buena sacudida y ventílalo adecuadamente. Y después de cada noche al aire libre, cuélgalo sobre una rama de árbol o una cuerda de secado para que toda la humedad restante se evapore. Créeme, no querrás dormir en un saco de dormir húmedo; es como secarse con una toalla mojada, y a nadie le gusta eso.

Cómo cuidar tu cremallera: Pequeños trucos para evitar el desgaste

Normalmente, una cremallera de alta calidad no es un problema, pero para evitar el desgaste o resolver problemas comunes, puedes hacer lo siguiente:

• Si la cremallera no se atasca: El problema se debe probablemente a que el cursor del zipper se ha vuelto un poco demasiado grande. Entonces, los dientes ya no se presionan juntos y la cadena no se bloquea correctamente. Usa un alicate y presiona suavemente el cursor para que se ajuste de nuevo. Al mover el cursor hacia adelante y hacia atrás, verás de inmediato si se resolvió el problema.
• La cremallera está atascada: Lubrique la cadena con cera.
• Cierre de cremallera roto/colgante: A veces, el propio tirador se cae del deslizador y hace que la prenda sea difícil de abrir y cerrar. Pero puedes repararlo fácilmente. Los tiradores de cremallera se pueden comprar como piezas de repuesto. También puedes hacer tu propio tirador utilizando un llavero.
• Faltan los dientes: Prueba a coser con un hilo grueso (a mano) sobre la parte dañada, de manera que quede como un diente de hilo. Así evitarás que el cursor se salga de ahí.

Y aquí vienen algunos consejos generales sobre cómo cuidar las cremalleras:

• Nunca fuerces la cadena hacia arriba o hacia abajo. Si algo se atora, retira el deslizador y quita lo que esté atrapado en medio.
• Cierra las cremalleras cuando laves.
• Asegúrate de mantener las cremalleras en los zapatos limpias de suciedad y barro.
• Intenta juntar la prenda/bolso/zapatos antes de cerrarlo, para reducir la presión en la cremallera.

Deja que tu saco de dormir viva su mejor vida

Así que ahí lo tienes: una guía sencilla para mantener tu saco de dormir fresco y esponjoso. Recuerda:

1. Lave con cuidado y moderación.
2. Lucha en tu saco de dormir.
3. Cuida tu cremallera para evitar el desgaste y problemas.

Con estos consejos, tu saco de dormir estará listo para muchas más aventuras, y dormirás como un rey (o una reina) en el bosque. Así que cuida de tu saco de dormir, y él cuidará de ti. ¡Míralo como un amigo!

¡Feliz senderismo y duerme bien bajo las estrellas!

/Anna