Durante mucho tiempo, cualquier persona que quisiera una linterna frontal potente tenía dos opciones.
Podías conseguir una que ofreciera buena iluminación pero te tensiona el cuello después de una hora.
O elegir una más barata que sea lo suficientemente ligera para llevar, pero que se apague a mitad de cada trabajo y agote las baterías rápidamente.
Ninguna opción era ideal.
Por eso, cada vez más personas empezaron a hacer el cambio a linternas frontales recargables.
Prometían mejor brillo y duración, sin tener que cambiar las baterías o cargar con un paquete de baterías voluminoso.
Pero esto es lo que sucedió:
El mercado se inundó de linternas frontales que parecían buenas, pero en realidad eran débiles e incluso se apagaban más rápido que las opciones con baterías normales. Esa es la razón por la cual las linternas frontales recargables suelen tener tan mala reputación... Entonces, con todas estas opciones, ¿cómo decides qué es realmente
digno de tu dinero? Nuestro grupo de prueba probó tres de los modelos recargables más comentados en este momento. Aquí está lo que encontramos.